martes, 21 de enero de 2014

EN EL PRINCIPIO...



“…El mundo se componía de aire y agua. En el aire vivía el dios albatros Almala y en el agua la diosa delfín Haptusanna. Ambos se enamoraron. Y fruto de su amor alumbraron dos hijos, Hastea y Satrallu. Los Dioses crearon un reino de tierra para ellos dos, que les fue entregado.
Hastea era buena y  hermosa y le gustaba crear criaturas bellas, mientras que Satrallu era mezquino y envidioso y sólo creaba criaturas malvadas.
Satrallu, con la ayuda de sus criaturas, tramó un plan para matar a Hastea, pero ella los engañó. Con la ayuda de los humanos, hizo que los siguieran a un laberinto de cuevas abismales, donde fueron abandonados a su suerte…”